Autor: Derlis Ortiz Coronel.(Mayo, 2020)

Prolegómenos sobre la prospectiva ubicua

Existe una premisa muy utilizada dentro de la prospectiva, en especial lo referente a cómo la humanidad a lo largo de la historia se ha obsesionado por el futuro, en su libro Historia del Futuro, Minois (2016) indica que “a predição não nos esclarece sobre o futuro, más reflete o presente. Nesse sentido, revela a mentalidade, a cultura de uma sociedade e de uma civilização” (p.3), dicho de otro modo, el ejercicio de mirar hacia adelante, significa comprender lo que sucede en el aquí y ahora, exige la comprensión de las realidades tecnológicas, políticas, culturales, antropológicas, lingüísticas y educativas de cómo el presente abre surco en el futuro.

En Paraguay nacen aproximadamente 56 niños por día (BM, 2018), y en el 2050 tendrían en promedio 30 años de edad, y llegaría al 2100 como una persona activa, siendo ciudadano del siglo XXII, en este escenario se encuentra el neonato que abre sus ojos en el 2020. Dentro de esta perspectiva, la educación que diseñemos hoy tendrá un impacto significativo para estos niños a corto, mediano y largo plazo, pueda responder a la calidad de vida. (Tasa de natalidad, nacidos vivos en un año (por cada 1.000 personas) – Paraguay | Data, s. f.)

En este artículo se procede a dar una visión cronológica de un niño que nace hoy, le llamaremos Abel, articulando su posible escenario en el sistema educativo formal y aquellos aprendizajes abiertos (ubicuos), en etapas de educación inicial (0 a 5 años), escolar básica (6 a 14 años), media (15 a 17 años), universitaria (18 a 23 años), post graduación (24 a 30 años) y todos estos elementos asociadas a los fines de la educación paraguaya dividida en: la formación de la personalidad, el desarrollo del conocimiento para el ejercicio de una profesión y la identidad cultural.

La perspectiva que tendremos en esta mirada futurista será una actitud de dos vertientes: una pesimista y otra positiva ante la tecnología, sin dejar de lado los grandes desafíos que significa convivir con las disrupciones que afectan todo el contexto laboral de los clústeres emancipadores y sus efectos colaterales.

La brecha digital en Latinoamérica no es un tema menor, y puede significar en gran medida el comportamiento de un ciudadano promedio dentro de la actividad educativa, en especial cuando las mismas no cuentan con el impacto deseado dentro de los contextos educativos actuales, y la necesidad imperiosa de proceder a la inclusión de los sectores más desprotegidos:

“…Hablamos de inclusión cuando pensamos y actuamos en procesos que planifican, implementan y evalúan políticas concretas para que sectores sociales puedan “estar dentro” de los beneficios, derechos y oportunidades que tienen otros sectores. Al plantearlo así, y teniendo en cuenta a los sectores más vulnerables, estamos de acuerdo en que las políticas públicas deben tender a que estos sectores tengan las mismas oportunidades de acceso a los bienes y servicios que tienen otros” (Ozollo, 2018).

Uno de los autores referentes sobre la desigualdad en américa latina es Moisés Naim (2016), y sostiene que “la desigualdad en internet no se deriva de los mayores o menores medios de protección, sino también producirán brechas de contenidos de alta calidad  que requieren un pago, y que solo acceden a la información de forma gratuita”(p.184), en el caso de Abel, es un hijo de dos profesionales que se abren camino en la clase media.

La primera etapa de vida Abel

Ha nacido Abel, la madre no ha tenido las prácticas sociales tan peculiares que denotan la sociedad de consumo (Baby Shower), estamos en pleno aislamiento por la pandemia del COVID -19, se anuncia en las redes sociales, el primer contacto con los familiares no ha sido físico, sino a través de fotografías, y las muestras de cariño viene asociados en cantidad de likes en Facebook. La práctica de crianza sobre los cuidados propios del neonato, denotan una nueva ergonomía, donde la madre en acurrucar en una mano al hijo y con el otro sostiene el celular.

Los cuidados y las posibles complicaciones ya no se trasladan a la abuela, sino se observa los tutoriales en Youtube y algunas páginas especializadas para el diagnóstico primario, elemento primordial para el bienestar.

¡El niño ha cumplido un año!, se hace una gran fiesta, en ella los niños que asisten al cumpleaños juegan con el celular del padre, o en todo caso con la Tablet. ¿Y Abel?, está estresado por la situación como cualquier niño cumpleañero a esa edad, para consolarlo no lo alza la madre, sino le muestra su música favorita (tal vez la vaca lola) en YouTube, que será una gran niñera en los años venideros.

El desarrollo sigue avanzando, y los primeros pasos que da el niño tiene el mismo valor para sus padres cuando cambia e identifica las músicas favoritas en las redes (un nativo que ha nacido con un chupete electrónico).

Ambos padres son bilingües (utilizan normalmente en guaraní y castellano), tienen un trabajo que les obliga a ausentarse durante todo el día, quedando Abel a cargo de una niñera, que además de cuidarlo debe realizar las tareas del hogar. Esta trabajadora doméstica tiene un arma secreta “la televisión”, donde los programas de cadenas internacionales como Discovery Kids y Cartoon Network, han modificado el acento propio del país e influido en estructurar su lengua materna, que por lógica es el castellano, desplazando al guaraní.

Escuela autosustentable, un modelo singular de enseñanza en Paraguay

Ha llegado el momento de ir a la escuela (2024), Abel encuentra: una institución que ha sufrido una profunda resignificación post COVID -19, que ha obligado a los docentes a introducir en sus prácticas el uso de la tecnología durante la pandemia, y además los gobiernos se han empeñado en dotar de infoestructura[1] de los centros escolares, tales como: acceso a Internet por fibra óptica, carritos digitales, entre otros; y los docentes  fueron capacitados de manera efectiva, y dentro de los parámetros exigidos por la Sociedad del Conocimiento.

La participación de los padres de familia en este sentido, sigue siendo remota, pero existe una creciente intercomunicación entre progenitores y docentes, a través de una aplicación en su teléfono celular, como aliados estratégicos en la formación, y la implementación de plataformas educativas que ayudan a los mismos para que sea fluida la comunicación entre ambos actores.

Los docentes de esta escuela en particular, han debatido  sobre los componentes teóricos a ser utilizados en la práctica didáctica, esta nueva coyuntura ayuda la necesidad de transpolar el conectivismo de (Siemens, 2004), en especial cuando se refiere al efecto mariposa y su implicancia en las salas de clases, la teoría del caos y la necesidad de comprender las líneas basales de calidad del aprendizaje a través de experiencias vivenciales que ayuden a los docentes en particular a contribuir a sobrellevar las grandes incertidumbres.

La base de la formación de Abel en los primeros años se apoyó en la enseñanza STEAM, por sus siglas en inglés (Ciencias, Tecnologías, Ingeniería, Artes y Matemáticas), donde la robótica ha sido de su formación desde la educación inicial y se ha adoptado una visión de desarrollo sustentable, donde tecnología en una simbiosis peculiar se interconecta con el medio ambiente, desde la arquitectura misma de la escuela y la utilización de la energía renovable.

Tal vez la temática diferente de esta escuela en que han adoptado el lenguaje de programación, se ha unido en la práctica docente, como indica (Malagutti, 2010) “a aprendizagem de uma linguagem de programaçâo (comunicaçâo homem – máquina), que permita ao estudante entender o funcionamento de certos aplicativos e programas, também merece atençâo” , donde la enseñanza de la informática creativa para la resolucion de problemas especificos de la realidad son una constante en el ambiente laboral.

La filosofía escolar, las cuatro ces, donde (Harari, 2019) formula la siguiente pregunta ¿qué tendríamos que enseñar?, y responde: “las escuelas deberían dedicarse a enseñar las cuatro ces: pensamiento crítico, comunicación, colaboración y creatividad”(p.288), esta realidad demuestra que la gran cantidad de conocimiento en la cual se encuentra la sociedad, ha dejado de lado el acceso a la misma como prioridad, sino debería centrarse en los procesos que le ayudarían en el futuro.

La experiencia de Abel en este modelo de escuela ha desarrollado una serie de competencias que sirvieron para determinar una mirada más crítica de la realidad social en la cual se encuentra.

Terminando la primaria, Abel se encuentra en el 2034, con una realidad totalmente diferente, donde el desarrollo del Internet de las Cosas (IoT), las impresoras 3D han revolucionado las industrias, los vehículos autónomos, el ecosistema tecnológico han concretado los puntos de inflexión indicados por (Schwab, 2016 p.43) en la siguiente lista:

  1. El 10% de las personas usarán ropa conectada a internet
  2. El 90% de las personas tendrá acceso regular a internet
  3. El primer gobierno que sustituirá su censo poblacional por uno basado en Big Data.
  4. El primer trasplante de un hígado impreso en 3D
  5. El 30% de las auditorias corporativas serán realizadas mediante inteligencia artificial
  6. Más del 50% del tráfico de internet en los hogares será para electrodomésticos y dispositivos.

 

Este escenario también ha golpeado a su familia, su padre se ha quedado sin trabajo, una máquina ha suplantado su tarea en la firma, ha sucedido lo mencionado por (Oppenheimer, 2018), si tu empleo se puede explicar fácilmente, desaparecerá y así fue pues era auditor y la inteligencia artificial contratada por la corporación realiza un trabajo casi sin errores basados en los algoritmos sobre las Big Data de la compañía, esto exige una reinvención familiar.

En la tercera etapa de la vida, ya en la educación media (2034-2037), la gamificación acompañado de los programas de realidad aumentada se encuentran en boga en estos recintos, el aprendizaje colaborativo entre estudiantes se han internacionalizado, donde trabajan con jóvenes con sus mismos ideales para plantear y diseñar soluciones prácticas desde la mirada biotecnológica, y las tecnologías que eran emergentes en la década del 20 ya se han integrado en la sala de clases ( impresores 3D, robots educativos, sensores, internet de las cosas, drones, blockchain, entre otros). Su capacidad de programación computacional propició un talento singular para la interpretación de la realidad desde los códigos informáticos.

La universidad ¿asegura el trabajo?

Comienzo con el debate existencial de Abel, y me remito a lo expresado por (Tapscorr & Williams, 2012) “quizá se cumpla por fin con la esperanza de la gran Biblioteca de Alejandría, pero con un sesgo en el siglo XXI (o XXII): reunir todos los conocimientos en la Red y compartirlos por el bien de la ciencia, las artes, la economía y la riqueza”(p.251). La universidad siempre ha sido o fue, un espacio académico que aseguraba el ingreso al mundo laboral, pero las realidades han cambiado exponencialmente.

El gran desafío ético que tendrá la sociedad donde vive Abel es además del peligro masivo del desempleo es el “paso de la autoridad de los humanos a la de los algoritmos, lo que podría acabar con la poca fe que queda en el relato liberal y abrir el camino a la aparición de dictaduras digitales”(Harari, 2019 p.64)

 

Abel ha decidido cursar sus estudios de manera virtual, pues los programas universitarios han desarrollado en demasía este entorno virtual, estructurando todos los avances dentro de los parámetros básicos, pero ahora ¿qué debería de estudiar? El mundo laboral en el 2040 ha presentado otros retos, donde el trabajador es su propio contratista y tiene una flexibilidad para el trabajo, pero acompañado de eso, como indica (Schwab, 2016), ha perdido los beneficios de la seguridad social, en este sentido, plantea estudiar una carrera médica con énfasis en trasplantes de órganos impresos en 3D. Esta carrera ha exigido a muchos especialistas de la medicina en hacer especializaciones en programación y robótica para la comprensión de los fundamentos biotecnológicos emergentes.

Abel se recibe y se incorpora dentro del trabajo a medio tiempo, optando por hacer sus diseños de órganos basados en la tecnología de células madres, cuyo desarrollo de la genética ha contribuido a principalmente a estudiar la muerte como una falla técnica.

Vive 120 años, gracias al avance de la tecnología médica, apoyados en la premisa que a finales del 1900 el promedio de años de vida de la población mundial ha sido de 35 años y en el 2000 ha aumentado a 70 años y en el 2100 se ha duplicado de la misma forma, una locura que tiene financiamiento de una de las grandes empresas tecnológicas en la actualidad Google (Harari, 2018)

En conclusión:

En definitiva el sistema educativo debe urgentemente ayornarse a los grandes cambios disruptivos que suceden en la aldea global, pensar que el 65% de los empleos del futuro no se han inventado todavía,  (La Vanguardia, 2017), esta integración deberá ser un denominador pues la realidad de la disrupción en todos los ámbitos del desarrollo humano, en especial en el sector económico y por ende, en los sectores educativos, donde la inclusión de sistemas que fomenten el aprendizaje ubicuo asociadas a entornos virtuales, en especial en la realidad aumentada (Cantero et al., 2013), puede significar un cambio exponencial con relación al aprendizaje significativo, en especial en la nueva tendencia dentro del conectivismo.

La visión fundamental en las Consideraciones básicas del pensamiento complejo de Edgar Morin, en la educación  (Revista Electrónica Educare, s. f.), donde esta tesitura es la visión de la educación desde la complejidad de la misma, sabiendo que las incertidumbres se encuentran plasmadas en el andar diario, y las certezas de un futuro disruptivos hacen que la vida tenga en sí un desafío cada vez mayor, el aprender a aprender. Esta pandemia, denota esta realidad, y hace que se dinamicen muchos cambios que en sociedades tradicionales como las nuestras exigen realidades y situaciones traumáticas para que estas transformaciones sucedan en la rapidez que exige la sociedad.

 

BIBLIOGRAFIA

Cantero, J. D. la T., Martin-Dorta, N., Pérez, J. L. S., Carrera, C. C., & González, M. C. (2013). Entorno de aprendizaje ubicuo con realidad aumentada y tabletas para estimular la comprensión del espacio tridimensional. Revista de Educación a Distancia (RED), 37, Article 37. https://revistas.um.es/red/article/view/234041

Consideraciones básicas del pensamiento complejo de Edgar Morin, en la educación | Revista Electrónica Educare. (s. f.). Recuperado 24 de mayo de 2020, de https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/EDUCARE/article/view/1510

Harari, Y. N. (2018). Homo Deus. Breve historia del  mañana. Debate.

Harari, Y. N. (2019). 21 lecciones para el siglo XXI. Debate.

Malagutti, P. L. (2010). Inteligencia artificial no ensino. EDUFSCAR.

Minois, G. (2016). História do Futuro. Dos profetas á prospectiva. UNESP.

Naim, M. (2016). Repensar el mundo. 111 sorpresas del siglo XXI. Debate.

Oppenheimer, A. (2018). Sálvese quien pueda. El futuro del trabajo en la era de la Automatización. Debate.

Ozollo, F. (2018). La inclusión socio digital: Empoderamiento personal y comunitario. Universidad Nacional de Cuyo.

Schwab, K. (2016). La cuarta revolución industrial. Debate.

Siemens, G. (2004). Conectivismo: Una teoría de aprendizaje para la era digital. 10.

Tapscorr, D., & Williams, A. (2012). Macrowikinomics. Nuevas fórmulas para impulsar la economía mundial. Paidos Empresa.

Tasa de natalidad, nacidos vivos en un año (por cada 1.000 personas)—Paraguay | Data. (s. f.). Recuperado 23 de mayo de 2020, de https://datos.bancomundial.org/indicador/SP.DYN.CBRT.IN?locations=PY&view=chart

 

[1] Cuando hablamos de infoestructura hacemos referencia a que la consecución de una sociedad de la información no se garantiza automáticamente con el desarrollo de una “economía de la información”, sino que requiere la intervención del factor multiplicador de la “cultura de la información”.